
Entre azules de vistosos tonos estoy en el mar,
sumergida y plácida.
Contemplo las olas derramarse en la costa
y voy hacia ellas,
me dejo llevar.
Me sumerjo en las crestas.
Juego con sus blancas coronas,
me entrego.
Como se entregan las algas marinas,
sedosas,
a las rocas grises.
Ya no me muevo.
Aprecio la humedad eterna
en el horizonte
de la piel,
y rendida ante el ocaso del almibar anaranjado,
me inserto en tus ojos y estallo en soles,
cómplice de lo inexistente
tácita....inaccesible.
Anaté
sumergida y plácida.
Contemplo las olas derramarse en la costa
y voy hacia ellas,
me dejo llevar.
Me sumerjo en las crestas.
Juego con sus blancas coronas,
me entrego.
Como se entregan las algas marinas,
sedosas,
a las rocas grises.
Ya no me muevo.
Aprecio la humedad eterna
en el horizonte
de la piel,
y rendida ante el ocaso del almibar anaranjado,
me inserto en tus ojos y estallo en soles,
cómplice de lo inexistente
tácita....inaccesible.
Anaté




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